- ¡Cómo pinta el deseo los colores del iris en las nieblas de la vida!
- ¡He perdido mi gotita de rocío!, dice la flor al cielo del amanecer, que ha perdido todas sus estrellas.
- Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que paciente la sostiene.
- Agradezco no ser una de las ruedas del poder, sino una de las criaturas que son aplastadas por ellas.
- Aunque le arranques los pétalos, no quitarás su belleza a la flor.
- Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres.
- Cada niño que viene al mundo nos dice: "Dios aún espera del hombre".
- Como un mar, alrededor de la soleada isla de la vida, la muerte canta noche y día su canción sin fin.
- Convertid un árbol en leña y podrá arder para vosotros; pero ya no producirá flores ni frutos.
- Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando.
- Déjame sólo un poco de mí mismo para que pueda llamarte mi todo.
- Dormía..., dormía y soñaba que la vida no era más que alegría. Me desperté y vi que la vida no era más que servir... y el servir era alegría.
- El Amor es el significado ultimado de todo lo que nos rodea. No es un simple sentimiento, es la verdad, es la alegría que está en el origen de toda creación.
- El benefactor llama a la puerta, pero el que ama la encuentra abierta.
- El bosque sería muy triste si sólo cantaran los pájaros que mejor lo hacen.
- El entendimiento agudo y sin grandeza, lo pincha todo, pero nada mueve.
- El hombre en su esencia no debe ser esclavo, ni de sí mismo, ni de los otros, sino un amante. Su único fin está en el amor.
- El hombre se adentra en la multitud por ahogar el clamor de su propio silencio.
- El pájaro quisiera ser nube; la nube, pájaro.
- El que se ocupa demasiado en hacer el bien no tiene tiempo de ser bueno.
- El sabio nos advierte que la vida es tan sólo una gota de rocío en una hoja de loto.
- Engarza en oro las alas del pájaro y nunca más volará al cielo.
- Es fácil hablar claro cuando no va a decirse toda la verdad.
- Hacer preguntas es prueba de que se piensa.
- La fe engaña a los hombres, pero da brillo a la mirada.
- La patria no es la tierra. Sin embargo, los hombres que la tierra nutre son la patria.
- La poesía es el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos.
- La tierra es insultada y ofrece sus flores como respuesta.
- La verdad levanta tormentas contra sí que desparraman su semilla a los cuatro vientos.
- La verdad no está de parte de quién grite más.
- La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido.
- La vida es la constante sorpresa de saber que existo.
- Las palabras van al corazón, cuando han salido del corazón.
- Leemos mal el mundo, y decimos luego que nos engaña.
- Llevo dentro de mí mismo un peso agobiante: el peso de las riquezas que no he dado a los demás.
- Llevo en mi mundo que florece todos los mundos que han fracasado.
- Los hechos son muchos, pero la verdad es una.
- Los hombres son crueles, pero el hombre es bueno.
- No es tarea fácil dirigir a hombres; empujarlos, en cambio, es muy sencillo.
- No hay más que una historia: La historia del hombre. Todas las historias nacionales no son más que capítulos de la mayor.
- Para los hombres, aceptar es dar; para las mujeres, dar es recibir.
- Qué pequeña eres brizna de hierba. Sí, pero tengo toda la Tierra a mis pies.
- Si cerráis la puerta a todos los errores, también la verdad se quedará fuera.
- Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.
- Sólo yo tengo el derecho de corregir, pues sólo puede castigar quien ama.
- Tú no ves lo que eres, sino su sombra.
- Un entendimiento todo lógica es como un cuchillo de hoja sola, que hiera la mano de su dueño.
Rabindranath Tagore - 1861-1941. Filósofo y escritor indio.
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